NOROESTE

La PGJ de Sinaloa acusa a juez de corrupción para liberar al asesino confeso de activista

25/03/2015 - 10:04 am
Sandra Luz Hernández buscaba a su hijo desaparecido. Foto: Noroeste, especial para SinEmbargo.
Sandra Luz Hernández buscaba a su hijo desaparecido. Foto: Noroeste, especial para SinEmbargo.

Por Marcos Vizcarra, especial para SinEmbargo

Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo/Noroeste).– El Procurador General de Justicia del Estado de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez, denunció tráfico de influencias al interior del Poder Judicial que pudo llevar a absolver a Fernando Valenzuela Rodríguez, acusado de asesinar a la activista Sandra Luz Hernández. Y habló específicamente de un juez.

Por falta de pruebas, Jesús Fernando Valenzuela Rodríguez obtuvo sentencia absolutoria que lo dejó en libertad el 13 de marzo. Sandra Luz fue asesinada a plena luz del día en Culiacán. Le tendieron una trampa: la citaron para “decirle en dónde estaba” su hijo, un ex empleado de la misma Procuraduría, y le dieron muerte.

El periódico Noroeste confirmó con cuatro fuentes diferentes, dos de ellas del Poder Judicial, así como de los registros de acuerdos de juzgados, la sentencia absolutoria que otorgó el Juzgado Noveno Penal de Culiacán a favor de Valenzuela Rodríguez, bajo el argumento de falta de pruebas, pese a que en su declaración ministerial aceptó ser el homicida de la activista.

De acuerdo con Higuera Gómez, Ignacio Acosta Román, abogado defensor de Valenzuela Rodríguez, tiene una relación familiar con el Magistrado José Manuel Sánchez Osuna, y esa situación pudo haber provocado un fallo a favor del acusado.  Esta sospecha, dijo, se tiene sobre otros casos que ha defendido el litigante y ha ganado de la misma manera.

"Pasado un mes [de que se dio formal prisión] se designa un defensor particular, un abogado milagroso que tiene la característica de ser cuñado de un magistrado, y donde no solamente en ese caso, sino en otros, ha tenido la benevolencia de los jueces de absolver a los imputados y llevarnos a trabajar a otras instancias", expresó.

–¿Usted atribuye que fue eso, la relación con el magistrado?

–Yo te estoy diciendo únicamente que nosotros estamos seguros que esa resolución se va a revocar.

–¿Puede dar el nombre del magistrado?

–José Manuel Sánchez Osuna.

La resolución que dio el Juzgado Noveno Penal de Culiacán sobre el expediente 90/2014, para dejar en libertad a Valenzuela García, ya se apeló ante la segunda instancia, sin embargo, el Procurador dijo que de resultar una nueva negativa buscaría la vía del amparo ante un Juez federal.

"Yo creo que lo que siempre esperamos es que todos actuemos con rectitud, con base en lo que en las constancias de autos, pues él va a defender su postura, nosotros la vamos a defender de manera legal. Es la primera vez que ven al Procurador haciendo alusión a circunstancias personales", agregó.

"Creo que como litigante, y más como Procurador, las resoluciones no puedo discutirlas más que ante el superior y será a través de las víctimas en donde se utilizará, de llegarse el caso, a juicio de amparo, debo decirles que es absurdo legalmente, pero no es discutirla en medios".

Dijo que hay más casos donde se ha observado la misma característica.

Ante Poder Judicial no se ha hecho notificación o denuncia por tráfico de influencias, como lo señaló el Procurador Marco Antonio Higuera Gómez, aseguró José Antonio García Becerra, Presidente del Supremo Tribunal de Justicia.

"En el área respectiva verifiqué, y no existe ninguna queja registrada en contra de la actuación de el Juez Noveno, ni tampoco respecto de la actuación del Magistrado Sánchez Osuna que ustedes pueden verificar", aseguró.

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LA MADRE INVESTIGADORA

El 12 de mayo de 2014, Sandra Luz Hernández fue asesinada en la Colonia Benito Juárez, en donde se encontraría con una persona que le daría información sobre su hijo Édgar García Hernández, que desapareció el 12 de febrero de 2012.

El encuentro se pactó luego de una llamada anónima que recibió después de haber salido de la Procuraduría de Sinaloa donde preguntó sobre los avances de la investigación de su hijo y los de sus compañeras del Grupo de Familiares con Hijos Desaparecidos, al que pertenecía de manera activa. Hernández recibió 15 disparos por un hombre encapuchado.

"Nadie se va impune, tarde que temprano, pero en algún momento nos vamos a encontrar con esos responsables de esos delitos que lastiman mucho a la entidad", expresó el Gobernador Mario López Valdez dos días después del homicidio.

Su muerte causó indignación social. Incluso se replicó con organismos nacionales e internacionales como Amnistía Internacional, Artículo 19 y Human Right Watch, quienes catalogaron el hecho como un atentado contra los derechos humanos.

El 20 de mayo, ocho días después del asesinato, la PGJE presentó a Jesús Fernando Valenzuela Rodríguez, acusado de ser el autor material del asesinato de la activista.

“No tenemos ninguna duda de que va una averiguación plenamente fortalecida y plenamente aclarada”, aseguró Marco Antonio Higuera Gómez, Procurador de Justicia, en conferencia de prensa, donde incluyó una relatoría de hechos, fotos y videos.

Sin embargo, esa “averiguación fortalecida y aclarada” no resultó suficiente en el juicio, no soportó los argumentos de la defensa que el 13 de marzo de este año ganó una sentencia absolutoria que otorgó libertad a Valenzuela Rodríguez, misma que se impugnó por parte del Ministerio Público, para continuar el proceso en una segunda instancia, pero esta vez en libertad.

Vendedora de planes de telefonía celular y cosméticos, Sandra Luz se convirtió en activista e investigadora a partir de la desaparición de su hijo, Édgar García Hernández, empleado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Desde entonces comenzó a buscar y seguir pistas y se unió a otras madres con hijos desaparecidos. Protestó, marchó, sostuvo encuentros con autoridades. Todo en vano. Sin embargo, Sandra dio seguimiento cabal a cada pista que recibió. Decía que conocía la identidad de los delincuentes que privaron de la libertad a su hijo, y que la Procuraduría sabía de ello.

De acuerdo con testimonios recabados por Noroeste, un día antes de su muerte una persona se acercó a Sandra cuando se encontraba en un centro comercial. Le dijo que conocía a alguien que podía decirle dónde se encontraba Édgar, su hijo.

El día de su asesinato, sostuvo una reunión con funcionarios de la PGJE y, al salir, se dirigió al Ayuntamiento de Culiacán donde estuvo unos minutos con los pepenadores que mantienen una huelga de hambre. Entonces recibió la llamada que le indicó dónde sería el encuentro con el supuesto informante. Le reunión sería en un punto de la Colonia Benito Juárez.

Junto a una compañera activista abordó un camión urbano. Al filo de las 16:00 horas del lunes 12 de mayo del 2014 caminaba junto a su acompañante por la calle Constitución, esquina con 20 de Septiembre, cuando apareció su victimario quien le disparó en la cabeza, según la versión de algunos testigos y autoridades.

En el lugar, los peritos de la PGJE recogieron 15 casquillos de pistola calibre .9 milímetros.

“Tengo fe en que el Gobierno me diga dónde está. Ellos me tienen que decir dónde está, ellos son los que pueden ayudarme y no voy a quitar el dedo del renglón hasta que ellos me regresen a mi hijo”, dijo en entrevista en aquella protesta del 12 de febrero, cuando se cumplieron dos años de la desaparición forzada de Édgar.

En su investigación, Sandra no observó límites, rastreaba pistas, pero también reclamaba al Gobierno.

“Yo no dejo de buscar ni un sólo día, ni un sólo día, todos los días. Esa es mi meta: encontrarlo”, decía.

Ocho días después del asesinato de Sandra, la PGJE presentó a Jesús Fernando Valenzuela Rodríguez. Foto: Especial.
Ocho días después del asesinato de Sandra, la PGJE presentó a Jesús Fernando Valenzuela Rodríguez. Foto: Especial.

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